Talleres, sólido, jugó como puntero, la idea del Cacique Medina no se resiente. En silencio, la T va…
En un partidazo, los Matadores derrotaron a Argentinos con goles de Enzo Díaz y Santos y alcanzaron a Lanús con 16 puntos.
Era un partido grande, y Talleres lo jugó como tal. Sabía, cuando pisó La Paternal, que un triunfo lo transformaría en líder del campeonato, igualando la línea de Lanús con 16 puntos. Y estuvo a la altura: mostró una gran capacidad de adaptación a un primer tiempo en donde no tuvo la pelota y fue el equipo que Alexander Medina pretende cuando la agarró. Ese duro, molesto, insaciable, que presiona hasta el hartazgo y tiene concepto en ataque.
En el primer tiempo, lo dicho: Argentinos salió con su idea fija de dominar la pelota (si ganaba, quedaba segundo con 15), cosa que consiguió, pero con un pequeño detalle: no fue profundo ni generó chances de gol.
Talleres fue inteligente: se compactó en defensa, nunca quedó mal parado y salió de contra en varias oportunidades, aunque sin final feliz. Éste llegaría a los 30 minutos, en una de las primeras jugadas elaboradas: con seis jugadores en el área, Fértoli agarró un rebote por derecha (rotó permanentemente con Auzqui), amagó a tirar el centro, enganchó y le dio un pase a la cabeza de Enzo Díaz, quien entró como un tren por el segundo palo.
En el inicio del segundo tiempo, donde si bien los de Milito tuvieron la pelota, las imprecisiones fueron las protagonistas. Pero Talleres cambió y empezó a presionar más la salida de Argentinos de la mano de sus jóvenes y dinámicos hombres de ataque. Así, de hecho, llegó el segundo: Retegui le robó la pelota a Moyano (no hubo falta) y asistió de gran manera a Santos, quien definió al primer palo.
Golpeado, el Bicho fue con más ganas que otra cosa y consiguió el descuento a 7’ del final de la mano de Coronel, pero no le alcanzó
Talleres, sólido, jugó como puntero un partido que lo puso en tal posición. Pese a las ventas, la idea del Cacique Medina no se resiente. En silencio, la T va…