OTRA VEZ NO SE PUDO… Y TERMINO SIN NADA EN EL 2022

Talleres perdió su la segunda final consecutiva en este torneo. De una manera injusta e increíble, Talleres se terminó quedando sin nada este domingo en la final de la Copa Argentina 2022.

Talleres tuvo la iniciativa desde la primera jugada intentando buscar rápidamente a Rodrigo Garro, el encargado de darle claridad a la ofensiva. Gandolfi apostó por Michael Santos de “9″, con un tridente detrás conformado por el talentoso zurdo en el centro, el colombiano Diego Valoyes y el juvenil Gonzalo Alvez como extremos.

La primera acción fue justamente un remate de Santos, de zurda, que se fue por arriba. Patronato, en tanto, salió dispuesto a aguantar esos primeros minutos.

A los 4 minutos fue Valoyes quien tuvo una opción clarísima: peinaron una pelota al corazón del área que le cayó a Garro y “Rodri” lo habilitó al colombiano, que remató desviado en posición favorable.

A los 11, otra vez la “T” se arrimó con real peligro y todo nació de los pies de Garro. El pampeano, desde una jugada preparada de pelota parada, habilitó a Alvez, quien metió un tremendo derechazo que el arquero Altamirano pudo rechazar cuando se le metía bien arriba.

El elenco de barrio Jardín seguía estando “ahí” y desperdiciando situaciones muy favorables en ese comienzo furioso. Iban 17 minutos cuando Santos recibió de espaldas en el área, giró y su remate de derecha pasó por toda el área chica sin meterse en el arco ni nadie que la pudiera empujar.

Talleres Final Copa Argentina en Mendoza José Hernández/ La Voz

Hasta el cierre del primer tiempo la historia se repitió, con un equipo de Gandolfi que no aprovechaba sus oportunidades. A los 38, Valoyes remató desde adentro del área, pero su potente zurdazo también salió desviado.

El dominio en esos 45 minutos fue abrumador. Pero para ganar hay que hacer goles y Talleres, hasta allí, no los podía hacer.

La sensación es que la “T” estaba haciendo un muy buen partido, enfocado y siendo intenso. Pero le faltaba la puntada final.

Para el complemento la historia arrancaría similar y rápidamente Patronato tendría a sus dos zagueros amonestados: Ojeda y Quintana.

Ya a los seis minutos Enzo Díaz tuvo la apertura del marcador tras un centro de Garro, pero su cabezazo se fue arriba, dentro del área chica.

A los 17, Catalán metió un cabezazo tras un córner que fue justo a las manos de Altamirano.

Mientras tanto, Gandolfi buscaba en el banco el revulsivo que le permitiera quebrar el partido y el marcador: mandaba a cancha a Matías Esquivel y Ulises Ortegoza.

Justo después, a los 20, Patronato tendría su opción más clara con un remate de Estigarribia muy bravo que Aguerre logró resolver. Así, los arqueros se iban volviendo trascendentales en la historia del partido.

Y, a los 32 minutos, Patronato se encontró, de rebote, con un gol increíble. Tras un cierre de “Rafa” Pérez, Banega tomó la pelota de mitad de cancha, avanzó y enganchó, y cuando fue a trabar la bola salió disparada para meterse por encima de Aguerre. De manera insólita, los de Paraná se ponían en ventaja cuando quedaban pocos minutos para el cierre.

En el cierre, Talleres lo buscó con toda su impotencia en el cuerpo y no podría. Patronato se refugió, aguantó y terminó festejando un triunfo increíble e imposible de describir. Casi sin hacer nada, se llevó todo.

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